sábado, diciembre 09, 2006

Choque cultural No. 1 - Costumbres sanitarias chinas


Advertencia: relato de contenidos poco agradables, incluso escatológicos...

Por supuesto que al comentar la idea de venir a la China, uno de los comentarios más frecuentes de mis interlocutores era algo así como: "usssh, allá son supercochinos"; es decir, esa frase bogotana de "chino cochino" parecía tener su razón de ser...

Aunque mi experiencia de viaje se ha restringido a Beijing y Hong Kong, me atrevo a decir que a los chinos:

1. Les fascina tirar la basura al piso en la calle.

El amoblamiento urbano carece de canecas públicas, y donde las hay, no las usan. De hecho, una de las críticas más frecuentes a los turistas chinos, dentro y fuera del país, es que ensucian los lugares que visitan sin remordimiento alguno. Y las nuevas generaciones vienen con la misma costumbre.

El otro día en el parque casi le doy su correazo a un culicagado de 3 años que estaba feliz tirando servilletas a un estanque con pescaditos. A sus papás les parecía tiernísimo que el mocoso quisiera alimentar con papel a los animalitos... Afortunadamente tienen barrenderos y camiones para limpiar las calles, porque de lo contrario viviríamos en la inmundicia. El "reciclaje" funciona igual que en Colombia...

A falta de zorras, pululan las bicicletas con baúl montadas por personas que trabajan en los basureros de cada barrio (nada de relleno sanitario, un lote vacío donde tiran toda la basura) rescatando los materiales susceptibles de reuso.

2. Les priva escupir en la calle.

El 2do. día después de aterrizar acá me llegaron a la mente varios recuerdos de mi época en el colegio. No fue debido al campo deportivo de mi Universidad propiamente, sino al haber oído el sonido gutural que produce la formación de aquel fenómeno biológico descrito sabiamente por la Real Academia como "flema casi coagulada que se expele por la garganta", es decir, la fabricación de un gargajo.

TODO EL MUNDO ESCUPE, la niña, la abuela, el caballero y la dama. Hombres y mujeres por igual. Y aún más, no sólo escupen en la calle sino que también lo hacen en lugares cerrados... Hace unos días rematé la noche con un "hot pot" en un restaurante 24 horas, y en la mesa de al lado un señor no tuvo problema en agacharse y lanzar esa mucosidad pegajosa al piso del propio establecimiento.

Parte de mis paranoias recién llegado era una sufrida montando la bicicleta en la vía pública. Iba muy tranquilo “enmimismado”, ojo atento a la vía, a la defensiva –acá en China impera la ley de la carrocería más grande en las calles: tren mata bus, bus mata carro, carro mata moto, moto mata bicicleta y bicicleta mata peatón-, cuando repentinamente a mis espaldas oía la carraspera vibrando a muchos decibeles en las cuerdas vocales de otro ciclista; la aspereza causada por la flema en la garganta iba a ser objeto de inmediato desembarazo por un sujeto de figura desconocida ante la falta de retrovisor, y lo más preocupante era que podía ser yo el blanco del gargajo! Pero claro, si en mi colegio unos cuantos cochinos tenían esa costumbre de amenazar a aquellos estudiantes esmerados en el aseo personal y por lo tanto escrupulosos como yo, con lanzarles, cual llama peruana en actitud defensiva, el esputo caliente y verdoso que les brotaba con tanta facilidad… Por eso me volteaba inmediatamente, no para mirarlos con ojos de Carreño sino para constatar si era cierto mi fundado temor.

Pero que no se diga que en medio de tanta cochinada no hay un ápice de urbanidad, porque lo hay: el chino se cuida de no impactar los pies de nadie cuando escupe…

En la época del SARS, 2 o 3 años atrás, las autoridades decidieron multar a quien sorprendieran escupiendo en la calle. Acá lo normativo no tuvo ningún poder fáctico porque de nada sirvió la orden…

Y otra vez están funcionando con la campaña antiescupidera, dentro de las previas a los Juegos Olímpicos del 2008.

Finalmente, cabe decir que en un principio creía que tanta polución justificaba la costumbre sanitaria, pero no, esto sucede en toda China, en donde no hay contaminación también.

Lo único que pido al de arriba es que no tenga una muerte trágica y tonta como desnucarme, ahora en invierno que las calles se congelan y cae nieve, por haber resbalado por culpa de una flema anónima y viscosa.


3. Los baños del agáchese…



¿Qué puede uno esperar de una ciudad que tiene que calificar con estrellas los baños públicos?

Recién desempacado en este país no hubo ningún problema con el sanitario. Mi cuarto en el dormitorio de la Universidad contaba con una taza estilo Corona, muy normalita.

Sin embargo, como ya varios saben, un día montando en metro con destino a algún sitio turístico, me atacaron fuertes retorcijones estomacales como señal clara y contundente al cerebro que había que exonerar el vientre. Pues luego de bajarme en la siguiente estación y salir a la calle, encontré justo al lado una lujosa tienda china “por departamentos”.

Todavía no sabía cómo preguntar donde quedaba el baño (la frase completa se pronuncia algo así como: “tse tsúo tzái nár?”), así que con paso de marchista agudicé la visión tratando de encontrar la típica señal de centro comercial anunciando el retrete cercano.

Aunque parecieron años, ese minuto y medio buscando terminó y si señores, miro a lo lejos el cubículo preguntándome… Y AHORA DONDE CARAJOS ESTA LA TAZA!!!




Pues estaba muy bien empotrada en el piso....


Obviamente me entraron dudas sobre la ergonomía, diseño aerodinámico para evitar salpique y demás, pero con el afán que llevaba para dar del cuerpo hice caso omiso a los temores, abajo los pantalones, posición de cuclillas cual foto de equipo de fútbol y descargue...

Mientras hacía del vientre recordé aquellos deliciosos paseos familiares en carro "a la costa" en los cuales le agarraba a uno el mismo afán en medio de la nada en el Magdalena >medio y había que echar para el rastrojo. 6000 años de historia en este país no son gratis… Seguro que habrán ensayado distintos artefactos para esa cotidiana función biológica, pero es que dar del cuerpo de cuclillas es la posición natural!

Espero ir a Japón pronto para poder disfrutar de esos sanitarios que, estando uno ahí sentado le hacen peeling a las nalgas, eliminan las estrías, depilan el vello, toman la temperatura y hasta hacen exámenes de próstata.

Volviendo al cuento de la calificación de los baños, absolutamente cierta la foto, pues se ha venido descontinuando porque, como Uds. estarán pensando, a quién diablos le preocupará descargar en un baño de 2 estrellas y no en uno de 5 cuando la urgencia es manifiesta????

Sabio fue el poeta medieval al decir que "Caga el rey, caga el papa; sin cagar nadie se escapa".

Este debe ser de una estrella....

PD: Se me queda entre el tintero hablar de las costumbres sanitarias al comer, tema que prometo tratar en el futuro cercano, con registro fotográfico y todo.